La verdad es que muchos padres piensan así y es que ellos, al igual que sus hijos, también terminan agotados cuando llega el fin de curso.

Y todo esto es lógico, pero piénsalo de esta otra manera: ¿se te ocurre mejor ocasión para reforzar las asignaturas más flojas que durante 1 meses de descanso?

Además de esto, ten en cuenta que las clases de verano están pensadas para que sean mucho más dinámicas que las desarrolladas a lo largo del curso, que tienen que ceñirse más a los ritmos y horarios escolares.

El objetivo principal de las clases de refuerzo de verano es que los alumnos no pierdan el hilo durante los casi tres meses de vacaciones, y sepan aprovechar al máximo su tiempo libre.

Porque este es uno de los motivos principales por los que cuesta tanto esfuerzo coger el ritmo una vez que comienza el curso.

Si tu hijo pasa todas las vacaciones sin ninguna obligación, tenderá a perder la rutina y el orden diario establecido durante el periodo escolar. Así que aquí tienes otro de los beneficios a largo plazo de asistir a las clases de refuerzo veraniegas.

Lo cierto es que son apropiadas para cualquier alumno que necesite:

• Repasar las asignaturas más flojas o aquellas en las que el alumno se sienta más inseguro.
• Crear un hábito de estudio apropiado que le dure a lo largo de toda su vida académica.
• Llevar al día todos los deberes que le hayan mandado para realizar en verano.
• Ayudar a aquellos alumnos que puedan tener recuperaciones en septiembre (alumnos de 1º de bachillerato)

Están a punto de comenzar nuestras clases de refuerzo para alumnos ESO y Bachillerato y estábamos deseando contártelo.

Sabemos que va a ser un verano cargado de contenidos, de estudio y de esfuerzo, pero también de satisfacción una vez que comience el curso, así que te aseguramos que todo habrá merecido la pena.

Cinco semanas para que tu hijo prepare fácilmente y con tiempo todos los contenidos de cara al nuevo curso, y lo comience con la tranquilidad de saber que lo hará sin agobios.